Mis 3 juegos de mesa favoritos para la clase de idiomas
4 min. de lecturaSi algo tenemos claro los colaboradores de Beneylu Pssst, es que la mejor forma de conseguir que nuestros alumnos aprendan… ¡es hacer que se diviertan!
Afortunadamente, hoy los profes contamos con infinidad de recursos tecnológicos que nos ayudan a emprender esta misión. Las herramientas de ludificación (gamification en inglés) como Kahoot cada vez están más de moda, por ejemplo.
Sin embargo, no debemos desestimar la efectividad de los juegos de mesa «al estilo tradicional». Los tableros, las fichas, las cartas y los dados también tienen su encanto y ¡los alumnos se lo pasan fenomenal!
Pssst… ¡Sed flexibles con las reglas de juego! Estas actividades pueden adaptarse fácilmente a las características y objetivos de nuestra clase.
Hoy os traigo 3 juegos de mesa que no solo les divierten, sino que también les ayudan a desarrollar las destrezas que necesitan para dominar una nueva lengua.
1. Cubos de historias (Rory’s Story Cubes)
Los Story Cubes son fantásticos para estimular el pensamiento creativo de nuestros alumnos. El material es muy sencillo, ¡pero las posibilidades son infinitas! Se trata de cajitas que contienen nueve dados con una imagen diferente en cada una de sus caras, es decir, un total de 54 imágenes.
Existen muchas formas de jugar. La idea básica es que los alumnos lancen los dados y creen historias a partir de los dibujos que aparezcan. Si queremos que lo hagan individualmente, podemos proyectar las imágenes resultantes en la pantalla y darles tiempo para escribir su propia historia y después narrarla al resto de la clase.
Si por el contrario, preferimos que trabajen en equipo, podemos guiarles para que creen una única historia entre todos (o por grupos, en función del tamaño de la clase). Por ejemplo, un alumno elige una de las imágenes y comienza con ella la historia, y el resto de compañeros, por turnos, la continúan. Debemos asegurarnos de que se utilizan todos los dados, ¡si no, no tiene gracia!
Sea cual sea la opción que escojamos, no tenemos por qué limitarnos a una sola caja. Hay muchas temáticas distintas que podemos combinar a nuestro gusto: Story Cubes de acción, aventura, misterio, magia, animales… ¡Incluso de Batman o Doctor Who! (¿Acaso hay una forma más británica de aprender inglés que inventarse un episodio de Doctor Who?).
Y ya que estamos, ¿por qué no unimos este juego con esta otra actividad creativa? ¡Esto es un éxito asegurado!
2. Bohnanza
Bohnanza no es un juego de mesa muy conocido, pero os aseguro que ha hecho las delicias de mis alumnos. En él, se meten en el papel de… ¡granjeros de judías! Sí, habéis leído bien. Cada jugador o equipo de jugadores planta y cosecha judías (beans) y trata de obtener por ellas el mayor beneficio posible, medido en monedas de oro. Hay 11 variedades de judías, algunas muy disparatadas: wax beans, black-eyed beans, stink beans…
Como podéis ver en la imagen, en la parte inferior de cada carta se encuentra el beanometer, que nos indica las ganancias que obtenemos al vender judías de esa variedad (por ejemplo, si vendemos 8 chili beans, ganamos 3 monedas). Teniendo esto en cuenta, los jugadores, por turnos, pueden vender, intercambiar o regalar cartas.
De este modo, desarrollan la capacidad de pensar estratégicamente y negociar en otro idioma. Al principio, puede que no les resulte tan atractivo como otros juegos y les cueste cogerle el tranquillo, pero, al cabo de un rato, no querrán parar de jugar. ¡Es adictivo!
3. El Trivial de los retos
«¿El Trivial? Menuda novedad», pensaréis. No os dejéis engañar: este Trivial es especial. Las reglas de juego y el material son los de toda la vida, pero, en lugar de preguntas, lo que planteamos a nuestros alumnos son retos. Formamos equipos de al menos dos personas y marcamos un tiempo límite para superar cada desafío. ¡De este modo es muy emocionante!
Las categorías que empleamos en mis clases son las siguientes:
- Amarillo: ortografía. Proponemos una palabra o frase difícil de la lengua que enseñamos y un portavoz del equipo que «se la ligue» intenta deletrearla correctamente en voz alta.
- Azul: vocabulario. En esta ocasión, el alumno no deletrea la palabra o frase que le asignemos, sino que dice otra con un significado equivalente en español.
- Marrón: gramática. En esta categoría, en función de los conocimientos previos de nuestros alumnos, podemos presentar retos muy distintos, como oraciones con huecos para rellenar, palabras desordenadas, verbos sin conjugar, o cualquier otro ejercicio que nos parezca interesante.
- Naranja: mímica. Uno de los miembros del equipo jugador sale a la pizarra, expresa una idea por gestos y movimientos corporales, y sus compañeros tratan de adivinarla.
- Rosa: dibujo. Consiste, también, en adivinar, pero esta vez por medio de un dibujo en la pizarra en el que no se deben incluir letras.
- Verde: cultura. Esta última categoría es muy versátil, pues nos permite lanzar todo tipo de desafíos, siempre y cuando se relacionen con la cultura vinculada al idioma que se aprende.
Para sacar el máximo partido a esta actividad, debemos prepararnos con antelación. Podemos sustituir las tarjetas del juego original por nuestras propias tarjetas o plantear los retos de viva voz pero, en cualquier caso, debemos planearlos y adaptarlos concienzudamente antes de cada clase. ¡Merece la pena!
¿Y tú? ¿Qué otros juegos de mesa utilizarías en una clase de idiomas? ¡Cuéntanos!